13/11/07

el metro

El metro un viaje de pensamientos, sentimientos y emociones

El metro es una especie de viaje de pensamientos, sentimientos y emociones. Empezando desde que se compra el boleto, aquella ventanilla donde hay una persona sentada, boletos regados por todos lados y un montón de cambio. En ese momento te vine una serie de pensamientos, como por ejemplo: cuantas horas trabaja, ganara bien, y te hace sentir que a ti no te gustaría estar de tras de esa ventanilla.

Después caminando por los andenes sientes que si caminas rápido, todos los además van lento. Y si tu caminas lento sientes que todos van mas rápido. No sabes por que sucede este fenómeno, pero es curioso es como si todos te llevaran la contra. Y si tratas de caminar al paso de ellos no puedes cada quien lleva su paso, aunque parezca que todos caminan igual, pues no si observamos detalladamente nos fijaremos que cada uno lleva su propio ritmo.

A la hora de esperar que llegue el metro toda la gente se amontona en la línea amarilla como si fuera el único metro que pasara en el día. En cuanto llega el metro y se abren las puertas toda la gente entra desesperada a ganar lugar, no le seden el lugar a nadie, ni señoras grandes, ni señoras embarazadas, a nadie, ni siquiera se den el asiento a un cuando solo viajen una estación.

Ya dentro de los vagones observas a todo tipo de gente, te pones a pensar ese señor de traje se ve que gana bien, y si gana bien por que viaja en metro, acaso no circula hoy su carro. La mayoría de la gente piensa que el metro es para clase media y clase baja, pero por que no puede ser también para clase alta, aunque claro suena chistoso, los ricos que ganan las millonadas como van a viajar en el metro, y asta ellos mismos lo dicen.

Sigues observando a las personas que viajan en el mismo bagon que tu. A parece el vendedor ambulante, hay diferentes vendedores, venden de todo, te empiezas a imaginar que ese vendedor tiene que trabajar todo el día escapándose de los inspectores, un trabajo muy duro y no han de ganar muy bien que digamos.

Llegas a tu estación te bajas y sales del metro, en realidad a ti te párese normal viajar en el metro, pero la verdad viajaste no solo físicamente sino mentalmente y además sentiste emociones sentimientos. El metro también se vuelve un viaje de viaje de pensamientos, sentimientos y emociones.

2 comentarios:

Marisa dijo...

No conocía este texto. Beso

. Met - Arel O. dijo...

¿Qué hay Daniel? Oye gracias por visitar mi blog y además dejar ahí un comentario, la verdad nunca pensé que alguien lo vería...Esto del metro, está suave. ¿Tú lo redactaste? Daniel, para corresponder a tu confianza, voy a contarte que yo cometí la gran tontería de "enamorarme" de alguien a quien no conocía (o sea, alguien en el ciber espacio) lo traté por algunos meses y después de varias "sesiones" en el mensajero descubrimos que teníamos varias cosas en común, yo tenía 16 años así que me fue muy fácil verlo como el amor de mi vida, el me correspondía...pero llegó un día en que dejó de contactarme, no volvió a aparecer por el mensajero hasta después de un par de meses. Lo hizo solamente para decirme que estaba enamorado de su mejor amiga...podría decirte que mi mundo se derrumbó en ese momento. Pero no es así, sólo aterricé en la realidad. Después de irme a dormir llorando aquella noche, me dí cuenta de que tal vez el nunca me quiso y conforme fui creciendo me dí cuenta de que tal vez se divirtió conmigo un tiempo...en realidad no lo sé porque nunca volví a saber de él. Tardé un tiempo en olvidar el dolor que sentía por lo que hizo, pero me recuperé. ¿Pero sabes algo Daniel? Aún lo recuerdo a veces, aún pienso en las cosas bonitas que me decía y lo bien que me hacía sentir, incluso he vuelto a llorar cuando escucho canciones que él me enseñó u otras que me recuerdan a él...aún no lo olvido. Lo cual me parece algo realmente estúpido porque fue hace muchísimo tiempo. Como dato curioso, jamás me he vuelto a enamorar de alguien como lo hice de él. Y pienso que desde lo que pasó con él me hice esa persona dura que menciono en el post donde dejaste tu comentario. Sí. Pero bueno, ya pasó.

Qué comentario tan largo, ¿no? Prometido que no lo vuelvo a hacer...Sale Daniel, cuídate. Nos vemos.

Oye, ¿qué estudias?